-El futuro de una Mar del Plata con arquitectura y diseño responsable

“Mar del Plata es un objeto cultural que hacemos entre todos”. El diseño y la construcción como los aliados del lujo que brindan la calidad de vida y la valoración de nuestra ciudad, es el objetivo detrás del que trabajan con gran determinación el estudio Mariani Pérez Maraviglia Cañadas y la constructora IMASA, aliados en proyectos que desde hace varias décadas redefinen la costa y los principales puntos sociales de la ciudad.
Así han dado vida a lo que se conoce como la Milla de Oro: construcciones de alta jerarquía, habitabilidad y diseño que enaltecen el litoral costero de Mar del Plata, desde Playa Grande hasta la Rambla. Dentro de este margen, tres son los nombres/proyectos que hoy los ocupan casi al 100%: Malecón Varese (Paunero y la costa), Maral Explanada con sus tres torres pensadas por el mundialmente reconocido arquitecto tucumano Cesar Pelli (Rawson y la costa) y la torre Unkanny, de 19 pisos diseñados por el reconocido arquitecto uruguayo Carlos Ott (Alem casi la costa).
Orgullosos de su presente pero sobre todo con el futuro y la huella que dejan en la ciudad en cada una de sus alianzas, la Dra. Florencia Miconi, Vicepresidente de la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios y Directora en IMASA, y el Arq. Jerónimo Mariani, socio en Mariani Pérez Maraviglia Cañadas, dialogaron con Style sobre la relación entre sus creaciones, la naturaleza y el deseo de una Mar del Plata cada vez más emblemática y próspera para quienes la habitan.
El contacto con la naturaleza
Malecón Varese es el cuarto edificio de la línea creada por Mariani Pérez Marviglia Cañadas y construida por IMASA, que en su evolución ha apuntado cada vez más a uno de los puntales de lo que se define como nuevo lujo en las construcciones horizontales: el contacto con elementos de la naturaleza. “En Malecón Hue fueron las maderas y el verde por estar cerca del barrio Los Troncos, en Playa Chica las piedras y el agua, y en Varese hay una conjunción, presentando balcones amplios, con sus jacuzzis, maceteros verdes, en una vista toda abierta al norte y al mar. Cuando lo mirás, parece un barco”, describe Miconi.
Para el arquitecto, es una línea que ha ido creciendo en torno a la comprensión de la relación del edificio con su entorno: “A partir de la reflexión y el respeto por lo existente, damos a la construcción lo que ese lugar puede tener como aspiración”. De esta manera cada eslabón de la cadena ha ido mejorando en la incorporación y perfeccionamiento de detalles, terminaciones y materialidades.
Por condiciones de implantación y desarrollo, con Malecón se mostró una línea interesante para muchos otros desarrollos que hubo y hay en la ciudad: “En Malecón juntamos lo mejor de los dos mundos, es decir, de la vivienda unifamiliar y del edificio, por eso son importantes las áreas comunes y las propias como lugares de uso y recreación”, remarca al tiempo que Florencia subraya “los puntos que hacen a la privacidad: por ejemplo insonorizamos las paredes con ladrillos que mandamos a hacer especialmente para mayor aislación acústica, calderas individuales italianas marca Baxi para que cada uno maneje sus necesidades térmicas, el ícono distintivo de los balcones terraza”.
Y, por último, Miconi explica el punto de resguardo arquitectónico que lo define: “Al estar implantado en la Loma de los Ingleses, lo rodea una de las casas de Alula Baldassarini para cuyo empalme, la creatividad de Mariani Pérez Maraviglia Cañadas, creó una S en las plantas al nivel de la casa que abrazan un dúplex, que tiene como vecino otra casa”.
La marca Pelli, de Playa Chica al mundo
“Es un ícono para la ciudad y nos permite instalarla en el turismo internacional a través de la arquitectura”. Para Florencia, estos proyectos en los que se embarca IMASA y que desde los ´80 crean Mariani y Pérez Maraviglia marcan un cambio en la arquitectura de Mar del Plata, destacada hasta los ´50 y con un período intermedio donde la estandarización horizontal fue en desmedro del paisaje urbano.
Proyectos como el Maral Explanada pensado por Pelli le generan “orgullo” y significan “sumarle a la ciudad una marca. Es como tener un Picasso que va regenerando el paisaje”, de la mano de un nivel óptimo de calidad constructiva: “Se trabaja con todos materiales de primera línea. La carpintería es toda de perfilería francesa, los vidrios se traen especialmente con condiciones térmicas para el sector. Los hermanos Silva, que son los inversores, están muy encima del proyecto, en la calidad y en la búsqueda del lujo, que en este caso va también de la mano de tener una mayor cantidad de amenities: mini golf, gym, sala de pilates, cava, SUM, rampas con jardines, múltiples piletas, etc”.
Todo apunta a una estética impecable, interna y externa: “Si uno lo ve desde el aire, Pelli lo que quiso es generar como olas, por eso el formato de las fachadas, que a su vez permite tener en todos los departamentos la vista al mar”.
Unkanny: aprovechamiento del espacio y responsabilidad social
La línea de frontera o Milla de Oro que unifica la idea y construcciones de Mariani Pérez Maraviglia Cañadas e Imasa, que se inició desde Barrancas de Playa Grande (2000), la puesta en valor del Tourbillon, el Maral Explanada de Pelli, los Malecon y el proyecto heredado del fallecido arquitecto José Solla en Varese, da otro paso fundamental con el Unkanny, creación del renombrado arquitecto uruguayo Carlos Ott y el estudio Mariani, en los terrenos adyacentes a la casa del pianista Mariano Mores en Além y Gascón.
Un proyecto que lleva como marca una verdadera tarea de revalorización del espacio: “Es importante tener en cuenta lo que podría haber sido y lo que se está haciendo. La casa estaba incorporada en cinco lotes separados en los que se podrían haber hecho cinco edificios entre medianeras y aunque fuera reglamentario, hubiera sido un desastre para el barrio y la imagen hacia la costa. Por eso decidimos concentrarnos en una torre con el doble de altura pero la mitad de superficie, con los mismos metros cuadrados y dejar una planta baja que vincule visual y espacialmente la continuidad de la casa y de Além con la costa”, explica Jerónimo Mariani y recuerda una frase puntal de su diálogo con Pelli años atrás: “Hacer arquitectura es hacer ciudad. Me gusta mucho más pensar en el todo que en la parte, sabiendo que esa parte sobre la que uno interviene es la que finalmente tiene características de objeto, pero que la obra de arte colectiva es la ciudad en sí misma”.
“Cuando uno pone un objeto en la ciudad –continúa- está generando un montón de interacciones que exceden la propia parcela y significación. Teniendo en cuenta el concepto de sustentabilidad, empezamos a pensar en las decenas de años por venir y en la huella de carbono de cada construcción. Cuanto más podamos incorporar buenas prácticas, menor contaminación, comprar a proveedores que trabajan con trazabilidad, mejor. Hay muchos conceptos más allá de los tradicionales o conocidos”. Como ejemplo, recuerda el suelo de piedra que se esconde bajo ese sector de la ciudad, por lo que una de las decisiones tomadas en pos de la sustentabilidad y el proyecto inicial, fue sacar un nivel de subsuelo. “Hay que trabajar en el terreno de lo posible”, indica.
Mar del Plata de cara al futuro
“La ciudad es un objeto cultural que hacemos entre todos” remarca Jerónimo y así Florencia Miconi referencia un proyecto que, aunque está en su etapa creativa inicial, hace tiempo despierta inquietudes e ilusiones: “Implicará la creación de un nuevo distrito, en las manzanas frente al golf, sobre Juan B Justo, donde estaba el Superdomo. Pensamos en seis torres con un sector comercial. La idea es generar un master plan”.
La revalorización de lugares degradados y el no avance sobre zonas verdes para la generación de nuevos espacios que mejoren el desarrollo de la ciudad en su habitabilidad, guían el mencionado proyecto. “Apuntamos a estas dos manzanas porque tienen una implantación fantástica y darían puntapié a un crecimiento del Puerto hacia el sur. Vemos que la ciudad crece en esos límites, sobre todo de Mario Bravo al sur, pero lo que es el sector puerto hasta JB Justo está muy degradado y se puede revalorizar, apuntando a la clase media”, detalla.
-En materia de inversión ¿cómo ven a la ciudad posicionada?
-FM: Creo que Mar del Plata después de la pandemia es revalorizada por mucha gente que vive en el AMBA o CABA y que quiere escaparse más seguido. Como marplatenses tenemos que buscar generar más atractivo. Creo que vendrá un buen momento para la construcción, que el ladrillo es un refugio de valor, que la gente vuelve a ver una posibilidad de dolarizar sus ahorros de manera segura y es una inversión que se disfruta. Ni que hablar si sale el blanqueo de capitales que se viene informando. Hay que ser inteligentes en captar esas inversiones. Al respecto, la Secretaría de Obras de la Municipalidad presentó un plan en el Concejo Deliberante y desde la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios estamos esperando que se apruebe porque todo suma. Hay que recuperar gente que dejó de venir.
Recuadro
¿Qué es el lujo?
La pregunta que atraviesa cada vez más nuestras ediciones y la respuesta de los protagonistas de esta nota:
-Jerónimo Mariani: “Calidad de vida en relación con el disfrute del tiempo, inclusive cuando estás trabajando. Y en términos inmobiliarios, en construcciones que hicieron lo que tenían que hacer en el lugar que están, con buenas decisiones”-Florencia Miconi: “Creo que es vivir de manera cómoda pero en contacto con la naturaleza. Tener lugares con amplitud, comodidad, tecnología a favor de uno, espacios con beneficios térmicos…Poder vivir la experiencia con lo bueno del diseño y la naturaleza, el confort, lo mejor de los dos mundos”.