De la búsqueda de la calidad de vida propia, al mejoramiento de la de toda una ciudad
De la tumultuosa Buenos Aires a la calma de Costa Esmeralda. El emprendedor Juan Manuel Strada, a cargo de Estudio Alas Costa Esmeralda, decidió hace algunos años cambiar rotundamente su calidad de vida, sin dejar su profesión, y acompañado por su mujer , emprendió camino hacia el Partido de la Costa, a la localidad devenida en la más exclusiva a nivel inmobiliario.
“Siempre tuve claro que tenía una capacidad para emprender nuevos negocios o llevar a cabo ideas y sueños que me mantenían vivo”, nos cuenta con el mismo ímpetu, curiosidad e inquietud que dice lo acompañan desde pequeño: “Siempre tuve ganas de crear y resolver problemas de la vida cotidiana y esa pasión por el diseño al cual me llevó y empujó a mejorarme a mí mismo día a día. Siempre entendí que de a dos o más personas las decisiones pueden ser más complejas, pero a la hora de trabajar se es más fuerte y se puede abarcar un rango de mayor amplitud en los negocios. Nunca dejé de intentar y si me fue mal o el negocio no fue exitoso, sólo significó un empujón mayor para seguir intentando sin bajar los brazos. Veo la vida como un lapso de oportunidades, queda en cada uno buscarlas y llevarlas a cabo”.
-¿Cuál fue tu inspiración para recorrer este camino?
-Cansado de la ciudad, la cual es un espacio muy contaminado, me vi con ganas de emprender un nuevo camino y dejar la zona de confort en la cual me encontraba. En ese entonces trabajaba en el negocio familiar. Estaba a cargo del mantenimiento de la empresa y la reestructuración de los puestos de trabajo para darles una mejor situación a los empleados y que trabajen en ambientes más agradables. Mi teoría era que si estaban cómodos, como en su casa, con un buen puesto de trabajo y un ambiente más cálido, el rendimiento iba a ser mejor. Mi padre, fue el mejor ejemplo de vida que pude tener aproveché todo lo que el tiempo me permitió dado que se fue muy temprano de esta vida. Él siempre me empujó a ir tras los sueños y a creer que nada era imposible. Para que esos sueños se realizaran decidí mudarme a la Costa.
-¿Cómo llegaste a Costa Esmeralda?
-Fue el lugar en el cual me encontré y desarrollé mi potencial. Me hice valer por mi conocimiento y mis ganas de crecer. Lo más importante fue el posicionamiento de mi marca, de mi legado. Solo contaba con las ganas de demostrarme a mí mismo que podía llevar a cabo esta inmensa meta de armar un estudio y brindar mis conocimientos en cuanto a diseño, tecnología y los sueños que me mantenían. Mi hermano mayor se acercó un día y apostó por mí, me dijo: “Juan ¿por qué no avanzas con tu casa, con tus diseños e ideas extravagantes que solés tener? Así la gente puede apreciar lo que haces….” Ahí fue donde entendí que, para que la gente me conociera o viera mi potencial, tenía que plasmarlo sobre un terreno y de ahí avanzar paso a pasohasta que entendiese el negocio. Al principio creo que tuve un poco de miedo pero, en el fondo, estuve tan convencido que lo podía llevar a cabo y que la gente iba a quedar sorprendida, que seguí adelante con paso firme.
– ¿Cuál sentís que fue la clave en tus diseños?
-El entorno ayudó muchísimo a que los diseños tomaran forma, Costa Esmeralda posee mucho potencial a la hora de construir, al tener tantos relieves a uno le permite crear diseños más vanguardistas y no tan tradicionales como en un terreno plano. El terreno irregular con sus formas permitía que cada proyecto sea único. Me permitía crear situaciones fuera de lo común y de una mayor perspectiva, sin descuidar el entorno.
-¿Cuál fue o es tu proyecto más difícil de concretar?
-El proyecto más difícil que tuve o en el que más riesgo corrí como emprendedor, fue en la casa de un cliente amigo en el cual una vez hecha las bases, platea y losa decidí ampliar todo un subsuelo. No sólo se corría un gran riesgo estructural sino que yo mismo corría un riesgo personal. La casa ganó metros y además estructuralmente quedó más reforzada y con un mayor apoyo final. Fue todo un desafío y un riesgo que decidí correr por una visión que tuve en ese entonces y gracias al apoyo del cliente, del ingeniero estructural y mi equipo, la casa terminó siendo un gran proyecto.
-¿Cuál es tu próximo desafío?
-Siempre me emocionaron los viajes y la libertad, y es por eso que estoy desarrollando un proyecto de tiny houses en el cual uno pueda disfrutar de las comodidades de su casa en cualquier parte del país. Nunca me gusta estar atado a los lugares, siempre fui de viajar, conocer gente e ir ampliando mi conocimiento.
-¿Cómo fue este tiempo de pandemia para vos?
-Este tema particular es sumamente delicado. Lo que sí puedo decir es que les doy mi pésame a todos las familias que perdieron a un ser querido. Para mí fue un momento difícil ya que en Julio perdí a mi madre, no fue por covid, pero no tuve la posibilidad de despedirme como correspondía.
-¿Cómo te estás reinventando?
-Siempre estoy en busca de nuevos proyectos y viendo las tendencias del momento. Más con una pandemia de esta magnitud, la gente busca achicarse sin perder la libertad y comodidad.
-¿Hay algún lugar donde te gustaría dejar tu sello con tus construcciones?
-Creo que la mayoría de los emprendedores busca el reconocimiento internacional. No sólo en su país de origen sino poder extender el potencial afuera. Poder proyectar la visión de futuro sin límites, ni restricciones en cuanto a diseño, arquitectura y vanguardia.
-En ese camino, ¿cómo llegas a Miami?
-Qué les puedo comentar de Miami… Para mí siempre fue y será un lugar mágico en el cual me siento muy a gusto. La energía del lugar, la gente y su cultura, eso lo hace muy atractivo. Siempre tuve la intención de vivir en un lugar como Miami, rodeado de diseño y de una calidad de vida en el cual, siendo argentino, cada vez se nos hace más inalcanzable. El proyecto de Coral Gables surge de la necesidad de un cliente de incrementar el valor de la propiedad, el cual me da la posibilidad de crear, sin barrera alguna, la casa de sus sueños.
Para un diseñador y creativo, como yo, poder tener el control del 100% de un proyecto no tiene precio. Ahí fue cuando decidí poner todo mi conocimiento en marcha y así poder dejar mi marca. Pocas veces en un proyecto de esta magnitud a uno le permiten tener el control absoluto del diseño. Disfruté cada paso y no solo lo vi como un proyecto sino también como una puerta que se abría a poder poner un pie en otro país. Fueron semanas de arduo trabajo hasta altas horas de la noche. Fue inmensa la satisfacción de ver el resultado final.
Siempre me sentí a gusto allá y disfruto del lugar. Viajaba con la familia cuando era chico y volví a viajar frecuentemente hará seis años. Es una ciudad donde los negocios son rápidos y hay que estar atentos. Nunca se sabe cuándo puede aparecer una oportunidad.
-¿Te gustaría seguir creciendo en ese mercado?
-Si las oportunidades se dan, siempre estaré abierto.
-¿Por qué creés que tus clientes te eligen y confían en tus propuestas?
-Siempre traté de elegir los proyectos y los clientes. Nunca realicé ningún proyecto por imposición o por dinero, eso siempre lo tuve claro. Creo que de esa forma reflejé parte de mi carácter y mi forma de trabajar. Es importante que ambas partes estén en sintonía, entre el cliente y el diseñador, eso ayuda a que el proyectoavance y que el proceso del mismo se disfrute.