El lujo y la sustentabilidad se unen en el fin del mundo
En la ciudad más austral del planeta, a la que turistas internacionales de todas las latitudes del globo llegan año a año, existe un espacio donde el lujo, la naturaleza, el disfrute y el relax, se combinan en un entorno sin igual.
Se trata de Arakur Resort & Spa, ubicado a 250 metros sobre el nivel del mar, muy cerca de la cumbre del Cerro Alarken, el cual forma parte de las cien hectáreas de reserva natural que integran las 180 pertenecientes a la firma.
Desde el balcón natural donde se encuentra emplazado (del cual recibe su nombre, ya que Arakur significa precipicio en lengua Yamana), acompañando el entorno con sus formas y el verde esmeralda de sus techos y paredes, cuenta con increíbles vistas hacia todos los puntos cardinales. Aquellos que ya conocen la bahía del Canal de Beagle, pueden optar por el valle que en ningún momento defrauda con su belleza.
“Al estar cerca de la cumbre tenemos vistas abiertas al Valle de Andorra con el glaciar y el Monte Vinciguerra, los cerros Olivia y Cinco Hermanos que solo se ven desde acá arriba, entre otras cualidades que ofrece el paisaje”, explica Esteban Abolsky, gerente General del Hotel, al tiempo que añade: “Esas vistas también tienen sol porque dan al norte. En definitiva, es cuestión de gustos, no hay vistas desfavorables desde aquí”.
Inmersos en la naturaleza
Como se dijo, Arakur se encuentra dentro de una reserva natural inigualable y a tan sólo 4 km del centro de la ciudad. Este espacio cuenta con varios kilómetros de senderos que forman parte de las actividades del resort. Con dificultad baja o media, de una a tres horas de desarrollo, pueden ser disfrutados por personas de todas las edades. También, existe la opción de salidas de trekking al cerro Cortés (800 mtrs), que no requiere de técnica de escalada, solo tener un estado físico razonable; al Valle Andorra y al Glaciar Vinciguerra, que está en cota 850 y desemboca en la Laguna de los Témpanos, desde donde bajan cascadas y chorrillos. Este último son unas 7-8 horas con dificultad media, pero “no necesitás ser experto para ninguna de estas caminatas. Nuestra reserva es fácil y para toda la familia”.
Y un detalle más para los amantes del deporte: cuenta con su propio campo de golf, de nueve hoyos: “No intenta competir con los mejores del mundo, pero el entorno en el que se ubica y el servicio que ofrecemos lo destacan”.
Ser sustentables sin perder el lujo
“Dado que estamos en medio de un entorno natural, decidimos hacer una construcción que respete en imagen y tecnológicamente el ambiente que nos rodea”, remarca Abolsky. Desde la primera vista que se puede tener de Arakur, la sustentabilidad es un eje, ya que se usaron todos materiales naturales para su construcción: los muros del basamento del edificio interior y exterior están hechos con la roca del propio cerro sobre el que se posa: “Aprovechamos las excavaciones para hacer el camino, procesamos la roca y la usamos así. Luego, para la cubierta usamos cobre natural, material esencialmente sudamericano, siendo Chile el principal exportador. Es un producto libre de mantenimiento y se oxida en este color verde, que acompaña al bosque que nos rodea”.
La carpintería de la construcción está realizada en aluminio y revestimientos de madera de lapacho, en paredes y pisos. Hay madera de lenga en las habitaciones, revestimientos de roble reciclado en los salones y otros tipos más: “Esas maderas las hemos comprado de carpinterías que tiene un manejo sustentable, ya sea por certificados o por la recuperación que llevan adelante. Hay personas que tienen campos y prenden fuego los árboles para eliminarlos. Estas carpinterías, en cambio, van a pedirles que les avisen y en vez de quemarlos ellos recuperan esas maderas, como el palo santo. Hemos usado parte del árbol que son descarte”.
También se podrán encontrar cielos rasos con paneles de cueros tratados con técnicas naturales en Santiago del Estero: “No pasó por curtiembre, sino que tiene técnicas coloniales. Es cuero procesado a mano. Las alfombras están hechas de lana pura en habitaciones y salones, con motivos de flora local. No tienen tinturas, tienen sus colores naturales de las ovejas”, detalla el gerente. Asimismo, las carpetas del lobby son lana de llama. “Hay grandes paños de fieltro de lana pura y teñida con tinturas naturales, que parecen tapices”, señala.
“Todos los materiales que usamos –remarca- no sólo son ecológicos sino funcionales. Desde la seguridad, el edificio es super seguro, con las normas americanas FPA, son materiales incombustibles, porque la lana pura se autoextingue, absorben naturalmente el ruido. El palo santo se usó en ambientes húmedos porque es super robusto, no se pudre en agua y es aromatizante natural”.
El edificio cuenta con quince centímetros de aislación y todos sus ventanales son de vidriado hermético: “Está tan bien aislado que consumimos un tercio del gas que consume cualquier edificio tradicional de Ushuaia y en energía eléctrica también. Tenemos sistemas combinados de refrigeración. Tenemos planta de efluentes propia. Agua tratada que vuelve al Arroyo Grande”.
Obviamente que la inversión para lograr estos niveles de confort y sustentabilidad no fue menor: “La inversión de capital es mayor en lo inicial. Pero en la realidad que vivimos, lo hicimos por conciencia ecológica, marketing y sabiendo que la situación de tarifas medidas era momentánea e insostenible”.
Un paso al futuro
No solo la utilización de materiales en estado natural o procesado sin químicos hace de Arakur una construcción ceñida sobre las bases de la sustentabilidad y la protección de la naturaleza. La incorporación de tecnología domótica colabora con disminuir gastos y facilitar la estadía de los visitantes.
“Tenemos un diseño propio. Lo que la gente nota en las habitaciones es una parte. Pueden programar el despertador con apertura de cortinas, temperatura, se puede mandar mensajes al servicio, tenemos información del clima, se puede programar por idioma y varias sorpresas más. Hay mucho confort sin ser un hotel tecno. Es un hotel cálido donde la tecnología acompaña para reducción de consumo de energía y agua, mejorar el confort del pasajero y la eficiencia del servicio”, explica Esteban.
Otros destaques tecnológicos los podemos encontrar, por ejemplo, en el minibar “que es silencioso y bajo consumo. El tarjetero no sólo deshabilita el consumo eléctrico, sino que además la lectora permite saber quién está en la habitación. Hay sensores en las ventanas para detectar si no hay nadie y poder cerrarlas si están abiertas. Y también en las cajas de seguridad, que ayuda a proteger los valores y detectar en el check out si alguien se olvidó algo. Así hemos prevenido a muchos”.
“Son detalles que diseñamos especialmente para Arakur, pensando rigurosamente en la experiencia del viajero. Mejoramos cuestiones que hemos padecido en hoteles de todo el mundo y buscamos aquí resolverlos, especialmente para extranjeros, que pueden olvidarse un pasaporte por ejemplo”.
Familia emprendedora
“Somos gente de trabajo, el capital invertido es propio y viene de actividades lícitas”, asegura Easteban Abolsky, quien desde pequeño mamó el desarrollo laboral de su padre y su empeño por la calidad de los productos: “Mi padre se inició en los ´60 con una empresa de fabricación de radios para autos. Luego de unos cuantos años creció bastante, se llama Famar. En el ´83 se mudó a Río Grande como la mayoría de las electrónicas. Así que conocemos Tierra del Fuego desde entonces”.
“En Famar tuvimos varios premios de calidad y tenemos la misma filosofía en el hotel. Producimos y diseñamos en Argentina y exportamos al mundo. Si bien los componentes vienen de afuera, la ingeniería propia superó esas barreras pudiendo exportar por su calidad o el desarrollo específico para clientes particulares. Fuimos la primera autopartista argentina en obtener el premio de calidad de General Motors a nivel mundial en 1995”, cuenta y desliza el primer impulso hacia este emprendimiento hotelero: “En el ´96 vino el presidente de dicha firma a entregar el premio, esa semana visitó Ushuaia y sugirió que invirtiéramos en turismo. Cinco años después, vino un primo hermano de mi abuela, el Premio Nobel César Milstein. Estando aquí nos preguntó por qué no invertíamos en hotelería de nivel internacional en un lugar tan hermoso. Ahí mi papá lo empezó a pensar y en el 2005, tras buscar la ubicación correcta, encontramos este predio que no eran tierras fiscales, sino que se lo compramos a sus primeros pobladores. No tuvimos privilegios y reinvertimos gran parte del capital familiar en crear Arakur, con la misma filosofía de excelencia y de generar un producto de exportación”.
Premios que son más que mimos
En estos cuatro años ( 6 años de vida ) de vida que tiene Arakur, ya ha recibido destaques a su excelencia. La afamada web Trip Advisor los tuvo desde su inauguración dentro de los 25 primeros puestos y por dos años consecutivos llegaron entre los primeros en Argentina según los clientes, en Lujo y dentro de los 25 más románticos y de mejor atención según los clientes.
Otros destaques también les llegaron desde hoteles.com y Xperia, y forman parte del The Leading Hotels of the World: “Queremos que el público argentino pueda venir no sólo en sus viajes cortos de escapada, sino que entiendan que Ushuaia es un destino de turismo de una a dos semanas, para todas las edades. Con actividades diferentes cada día: navegación, flora, fauna, parque nacional, turbales, caminatas, turismo de estancias, trekking, etc.”
Es que Arakur no solo es un hotel con muchas actividades propias (spa, sala de juego, cine, y otras que se irán sumando) sino que además manejan su propio turismo receptivo: “Brindamos un servicio integral en destino con traslados al aeropuerto, ciudad, excursiones que se pueden reservar con nosotros. La intención es que quienes quieran venir puedan contar con todo lo que quieran o necesiten. Poniendo nuestra marca y prestigio detrás de todo lo que ofrezcamos”.