Fue uno de los grandes automovilistas argentino. El discípulo certero de Juan Manuel Fangio. Dicen que hombre de carácter serio, introvertido, callado, pero bastante sociable. Honesto y de valores que ya no se ven. Falleció en sus tempranos 56 en 1990, pero su historia y legado se perpetuaron en el ambiente del automovilismo y en dos ciudades fundamentales en su vida: Mar del Plata y Balcarce.
33 años después de su muerte, la cineasta Agustina Macri acaba de presentar “la biblia de Juan Manuel Bordeu” -como definió uno de sus primos- al libro que cuenta la historia de su abuelo, con toda la cronología que lo convirtió en referente deportivo, en dirigente fundamental y en un hombre de familia.
Se trata de una edición limitada, en papel italiano de altisima calidad, con más de 300 imágenes y datos inéditos que no sólo sorprenderán a los fanáticos sino que ya lo hicieron con su propia familia.
“La idea era reconstruir la historia de mi abuelo y la persona, no el personaje, que para mí siempre estuvo muy fragmentado, y donde tenía siempre información aislada, anécdotas, fotos, momentos. No terminaba de entender la cronología y había muchos momentos de su vida, sobre todo la campaña en Europa antes del Turismo Carretera, que era un período muy desconocido para mí. Siento mucha emoción, es conectar con mis orígenes, ancestros, con el de dónde venimos y creo que eso trae mucha luz a nuestras vidas porque cuanto más sabemos más nos entendemos”, afirma en diálogo con Style la hija de Yvonne Bordeu y Mauricio Macri.
-¿Cómo encaraste la investigación, el relevamiento de material? ¿Qué encontraste que desconocías y más te sorprendió?
-La lideró Hugo Semperena que murió hace un mes de un infarto justo antes de la presentación del libro, lo cual fue una tristeza muy grande por el esfuerzo, la dedicación, la precisión que puso, técnicamente reconstruyó todas las carreras de Juan Manuel, en qué posición salió, con qué auto corrió. La verdad el trabajo fue impecable, él me hizo la propuesta de los capítulos y cómo plantearlos, pensábamos y charlábamos todo, pero seguí la cronología que propuso. En la parte fotográfica buscamos en bancos de fotos de Europa, Balcarce, particulares, en mi familia, en el campo La Peregrina revolví muchos cajones, traté que mis tíos aportaran lo que tenían en sus archivos personales.
Me sorprendió todo. Había muy pocas imágenes que yo había visto, pero todo lo que apareció en Europa es impresionante, por la calidad de las fotos. Siempre hablo del artículo que me trajo Semperena de Bordeu hablando en primera persona sobre su accidente en Goodwood que me pareció impactante. Escucharlo, sentir cómo él se sintió en ese momento, sentir morirse, lo sentí muy humano y vulnerable.
-Más allá de los fanáticos del automovilismo, ¿qué encontrará el público general?
-Es un libro que está muy bien encarado para los fanáticos porque tiene un recorrido por toda su carrera y porque está enfocado en él como piloto, pero también es un libro muy humano, donde en todo momento intenté priorizar y rescatar su voz, sus relatos. Hay muchas citas y todo el tiempo rescatándolo como piloto, como dirigente, como compañero. El fanático va a estar bastante contento porque están recreadas todas las carreras de su vida, no existe en otro lugar. Y hay una foto de todos los autos que usó, no falta ninguno. Su campaña en Europa, su vuelta a la Argentina, TC y su retiro, incluso la parte como dirigente lo que hizo con el ACA, con el Museo Juan Manuel Fangio.
–¿Creés que este material podrá informar y mostrar a la gente de la región -MDQ, Balcarce especialmente- quién fue y mantener su memoria viva en las nuevas generaciones?
-Ojalá. Es un aporte para la gente porque fueron dos ciudades muy importantes para él. Mar del Plata es la ciudad en la que nació y a la que siempre volvió con su familia. Balcarce es un lugar que siempre lo unió al automovilismo, a Toto Fangio, al taller, a preparar La Coloradita. Hay una mística de ambas ciudades en él que se reflejan muy bien en el libro. Creo que sí mantendrá su memoria viva.
-Como cineasta este libro es un recorrido audiovisual que tiene tu mirada y tu arte pero, ¿existe la posibilidad de llevar la historia a la pantalla grande o a un documental también con tu firma?
-Un libro es contar una historia, es otro lenguaje que el de una película pero más allá de que tuve siempre los dos proyectos en la cabeza, de hacer el libro y un film de ficción, necesitaba primero tener el papel para tener el mapa, todo lo que hay y desde ahí ver qué quiero contar en una peli y no tengo dudas de que será uno de mis próximos proyectos, no a corto plazo porque tengo otras cosas pero seguramente haga ese film y me va a encantar encararlo y honrar sobre todo la genealogía masculina de mi familia.
-¿Qué devolución tuviste de tu familia al finalizar esta obra?
-En mi familia están todos felices, muy emocionados. Siempre entendí que este proyecto lo quería llevar adelante yo y que no todos lo tenían que entender ni querer participar. Me encantó una frase que leí en uno de los libros de Milena Busquets que decía que una vez que su madre había muerto, uno también elije a qué distancia quiere vivir de sus padres cuando ya no están, si querés o no conservar cosas, aferrarte o no a lo material, ese proceso es muy personal y siento que cada uno de mis tíos y mi mamá fueron haciendo en este tiempo y el cual respeté. Creo que el libro los sorprendió para bien, los invitó a reconectar, reconocer y redescubrir a su padre, lo cual creo debe ser bastante fuerte.
-¿Sentís que está todo? ¿Sentís que algo no se pudo conseguir, ver, que queda para un futuro o para el acervo familiar?
-Uno de los mensajes que me hizo uno de mis primos fue ESTA TODO, ES LA BILIA DEL ABUELO. Hubo muchas fotos que quedaron afuera, creo que aparecerán nuevas, pero siento que está todo lo que tenía que estar y después de dos años de trabajo es un momento donde hay que concluir el proceso, imprimirlo, confiar en que lo que está es lo que tenía que estar. Ojalá nos quede en la familia como un regalazo y un lugar donde podamos todo el tiempo volver, releer, descubrir detalles. Sobre todo, para mis primos más chiquitos que nunca lo conocieron, que sea una fuente para entender de dónde vienen, quiénes son y para otra gente que sea fuente de inspiración porque Juan Manuel fue un hombre de valores muy fuertes, muy humilde, con don para llevar adelante muchas cosas, generoso, y hombres así quedan pocos. Creo que valió la pena todo.
Recuadro
“Es un regalo a la familia”
Nuestra querida Graciela Borges fue el segundo gran amor de Bordeu, según propias palabras de su nieta, a quien dice amar y la llena de orgullo el trabajo que ha realizado.
“Es un regalo a la familia, a su abuelo que hizo la maravillosa Agustina. La amo. Es como nieta para mí, amo a su madre, el empeño y el empuje que puso para poder conseguir algunas cosas inéditas junto a Hugo Semperena, que lamentablemente partió antes de poder ver en esa noche maravillosa todo el efecto que nos causó, la emoción de los amigos, la familia, los chicos, con la coloradita en el ACA, donde todos los recuerdos juntos fueron muy intensos. La verdad que cada uno compartió palabras fantásticas”.
“El libro hay que comprarlo porque está hecho con un papel italiano, es imposible volver a repetir algo tan bello, con fotos maravillosas, un texto extraordinario, con documentación y compartires de la gente más elevada del automovilismo mundial. Es honrar la memoria de un campeón, de un hombre que fue profundamente bueno, honesto y muy genial en lo suyo, aunque él no quisiera admitirlo. Un campeón al que no le importó serlo, sino sentir lo que sentía cuando subía a un auto y está muy bien expresado en el libro”, asegura.